Lo que puede pasar, pasa. David Ferrer ha derrotado a Nadal en Cuartos, 6-4,6-2,6-3. Al margen de la lesión que éste ha sufrido durante el segundo game del primer set, es indudable que Ferrer ha jugado muy bien. Es frecuente en estos casos, cuando un tenista presenta algún tipo de molestias, que su contrario se desconcentre e incluso termine perdiendo (como le sucedió al argentino Guillermo Coria en la final del Roland Garrós del 2004 frente a su compatriota Gastón Gaudio). No ha sido así en este caso. El de Xavea ha mantenido el mismo excelente nivel durante todo el partido: buen servicio, gran resto, mucha precisión. Creo que puede continuar dando la sorpresa este viernes frente a Murray (que tuvo que sudar más que de costumbre para ganar a Dolgolopov en 4 sets). Todo dependerá de que no se desespere, de que no entre a jugar como si fuera Speedy González, tratando de ganar todos los primeros games, como sucedió la última vez que jugó contra Federer y que lo terminó desgastando.
Por cierto, el suizo jugará mañana la semifinal contra Djokovic, que el martes despachó a Berdych con increíble facilidad. Será un partido que puede ganar cualquiera (aunque el número 2 del ranking está jugando al roce de la perfección, el serbio puede ponerle un extra de entusiasmo que marque la diferencia, aunque al final creo que dependerá del porcentaje de primeros servicios que logre colocar). En todo caso será un tremendo partido.
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