Nadal ha vuelto a ganar el Rolland Garrós, por sexta vez en su carrera y en los siete últimos años. Ha derrotado al acostumbrado rival de los años pasados, Roger Federer, 7-5,7-6,5-7,6-1; algo fácil, si, pero de mucha importancia.
Todos se preguntan si hubiese ganado a un Novak Djokovic que lo ha derrotado varias veces en esta temporada. Lo veremos en Wimbledon, seguramente.
Aunque el serbio cayó derrotado ante el antiguo número uno, sus proyecciones son impresionantes. Cuando a comienzos de año preveíamos a un Nola terminando de segundo en el ranking, ni nos imaginábamos que lo más seguro es que alcance el primer lugar a mediados de año, en la grama de Londres.
Se trata, sin embargo, de algo positivo para el tenis. Es bueno que haya sorpresas y que no ganen siempre los mismos, aunque uno de ellos sea nuestro favorito.
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